Conferencia de Ibo Bonilla: Carta de Oaxaca 2008, . Ed. AECID, Antigua Guatemala ............. Petra, Jordania ................. Puente del Rey David, Jerusalen ¿Estamos vitalizando o destruyendo los Centros Históricos (CH) con las inserciones de arquitectura contemporánea?, Estas y otras cuestiones asociadas fueron discutidas por 60 especialistas provenientes de 16 países en Antigua, Guatemala del 7 al 10 de noviembre 2011. En la sesión inaugural y para calentar el ambiente tuve el honor de presentar la “Carta de Oaxaca 2008: Inserción de Arquitectura Contemporánea en Centros Históricos”, trascendental documento en esta área, al incorporar por primera vez el tema de la sustentabilidad, habitabilidad y paisaje urbano en CH, que a su vez influyó en la “Carta de Zacatecas 2009” donde el ICOMOS incluyó estos conceptos. Aunque hubo sus tensiones, privó las coincidencias, la autocrítica y el sentido común, con lo cual y tras varias sesiones de trabajo se llegaron a unas conclusiones consensuadas, de las que se expone un resumen: a. Momento Histórico: Normativa conservacionista vs normativa evolutiva Se debe contar con una normativa flexible y estable, que evite la especulación y conserve la forma de vida, mediante la valoración de las tipologías edificatorias y de las condiciones básicas del uso de suelo, volumen y altura. b. Momento político: Planificación urbana vs Improvisación electoral Debe identificar e incluir una serie de proyectos estratégicos que den respuesta a las necesidades detectadas para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, con un compromiso con la sustentabilidad. c. Impacto de las nuevas intervenciones en la identidad del paisaje urbano . d. El papel de la arquitectura contemporánea del CH en la calidad de vida del habitante: Articulación funcional
La arquitectura contemporánea debe contribuir a reforzar la identidad de las ciudades, reforzándola, activando el espacio público de manera que se fomente la convivencia mediante su apropiación por parte de la ciudadanía, evitando las copias de la arquitectura de otras latitudes ajenas a nuestra realidad.
Los espacios públicos, el uso residencial y los equipamientos son factores de reequilibrio social a nivel de ciudad, además de un antídoto contra el aislamiento, la marginalidad, la exclusión y la violencia en la ciudad.
La actividad económica es imprescindible y deseable en los centros históricos. Se debe promover una política pública de recuperación de plusvalías para ser reinvertidas en la propia ciudad, buscando la retroalimentación de las inversiones. El turismo debe ser complementario y no excluyente.
Se debe partir del entendimiento de las claves medioambientales y culturales en las que se inserta, apostando por modelos socialmente aceptables y medioambientalmente sostenibles, con parámetros de ahorro energético y una gestión eficiente de los residuos. . e. Participación ciudadana El ciudadano debe convertirse en sujeto activo, corresponsable en la toma de decisiones y no en mero espectador del proceso de transformación de la ciudad en la que vive, siendo también actor del proyecto e imagen de ciudad que se pretende. .
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